domingo, 25 de octubre de 2015

BESOS DE CARIÑO, DE AMOR TAL VEZ, DE PERDON QUIZÁ...

Es difícil describir ciertos momentos. La verdad es que muy difícil. Y algunos incluso es casi mejor no intentarlo, ya que las palabras desmerecen el momento.
Pero hacerlo igual merece la pena y los retenga en nuestra memoria, aunque solo sea en la nuestra.

No llovía pero la humedad era palpable. Humedad salada y no de mar, sino de nuestros cuerpos. Allí estábamos sentados y abrazados, con nuestras piernas rodeando nuestras caderas y con los brazos acariciando nuestras espaldas.
Silencio... Solo había silencio.
El baile de manos y piernas tenia lugar en un mágico silencio. Sus manos acariciaban las puntas de mi pelo, que revuelto en mi cara no dejaba paso al aire. ¿Pero quién quería respirar? Si yo solo quería morirme allí mismo, en sus brazos, en su piel. Lo único que me insuflaba vida era aspirar su olor... Sigue usando Mussel y ese perfume que aliado con su piel me vuelve loca y me da paz al mismo tiempo. 
Sus besos... Sus besos en mi maraña de pelo sabían a gloria, porque eran besos que nunca me había dado. Besos de cariño. De amor tal vez. De perdón quizá...
De mi pelo pasó a mi frente y descubriendo mi cara pasó a mis labios. Y si rozando su pecho con los míos yo quería morir, cuando me besó con los suyos quise hacerme eterna y jamás volver a mi mundo. Al mundo cruel que nos abre los ojos y nos devuelve a la realidad. A ese que te da un bofetón y te dice, "Alice...deja de soñar".



sábado, 24 de octubre de 2015

LENTO, MUY LENTO...

Lento, muy lento...

Tanto como resistas, tanto como nuestras lenguas bailen, los dedos jueguen, la piel se humedezca y clames alivio.

Desnudarte como el otoño deja los arboles desprotegidos, cayendo la ropa como una hoja baila con el aire hasta posarse en el suelo.

Un lento dedo bajando por tu espalda, dejando que asimiles cada una de las sensaciones. Llegando a la suavidad del tejido de tu ropa interior. Luchando por invadir sus muros, hacer brecha y vencer.

Lento, muy lento, jugando con tus ganas, con tu deseo, con el pecado en tus ojos y la gloria de tus labios.

Lento, muy lento, llegando al placer, a la humedad, rozando el cielo, moviendo despacio y haciendo que incluso sin estar completamente desnuda, te venza el primer delirio.

 

miércoles, 21 de octubre de 2015

SU LADO DE LA CAMA

Amanece otro día... la luz entra por la ventana intratable, haciendo que mis ojos no puedan pedir un segundo más de tregua.

Sientes el calor de la cama, la manta que te cubre y el contraste, el gélido frio que habita a pocos centímetros. Un mundo aparte, su lado de la cama.

Ya nunca duermo en ese lado, nunca me pertenecerá, son los dominios de la soledad.

Ya no hay nada para mí allí. Al final lo entendí, después de muchas noches de frio, de la soledad abrazándote fuerte, de la desmedida necesidad...

Lo entendí, ese lado ya no me pertenece, es una árida estepa de decepciones y tristezas, un mundo que te envuelve y no te suelta si te dejas, un bosque maldito de recuerdos.

Y volví, al calor, a mi lado, a mis tierras conquistadas donde el calor abraza fuerte y nunca me deja desprotegido.




lunes, 19 de octubre de 2015

MARIONETA

Nunca me he sentido más frágil, que cuando fui marioneta...
Puede parecer ridículo y así es como me sentía, pero cuando no eres dueño de los hilos no puedes más que moverte al son de quien te lleva a su antojo. 

No sé cómo ocurrió, solo que cuando quise darme cuenta era una muñeca de trapo a la que poco le importaba dónde iba si eran sus manos las que me manejaban. Pierdes la voluntad propia y lo malo de ello no es la carencia, sino que eres feliz sin todo lo que te han arrebatado.
Y yo no sé por qué era feliz, sin más vida que aquella, sin más futuro que ser una triste marioneta, pero el caso es que no siendo dueña de mi vida y sin siquiera pretender serlo, era feliz. 
Te rebajas por un poco de juego, pierdes la dignidad por que sus manos te guíen, suplicas atención para sentirte querida y entre tanta tristeza, sigues creyendo que eres feliz.

Pero toda función acaba. O bien cuando termina la obra, o cuando se rompe el juguete. Bien sea uno u otro caso el destino es acabar enredada entre los hilos, y si tienes suerte alguien los cortará y te devolverá lo que de verdad te ata a la vida... tu personalidad.



PACIENCIA...

Cuando se te acaba, es como si te dejase de latir el corazón. Como si ya nada importase. Como si hubieses estado perdiendo el tiempo...

Nunca me he considerado paciente, pero ahora sé que lo soy, y mucho. Y no sé si de verdad es una virtud o una condena, ya que la paciencia cansa hasta llegar a agotarte física y mentalmente. Y cuanto más paciente eres, más tonta te sientes, porque mil dudas acechan tu relativa tranquilidad ya que no sabes si tu actitud es motivo de burla. Das mil y una oportunidades, permites que te vacilen, respiras, olvidas, o al menos lo intentas, y solo una cosa te empuja a seguir siendo paciente... que merece la pena.
Y a veces, no hace falta nada extraordinario, nada que haga que explotes, simplemente llega el momento en que ya no lo merece y es cuando deja de tener sentido.

Abres los ojos y por fin respiras, mereces soltar ese lastre. Te has cansado y sin dramas ni malos rollos dejas de ser paciente para ser tú misma.





OTOÑO EN NUEVA YORK

Un bohemio viajero, un atardecer, perdido, callejeando, en la ciudad que nunca duerme...

Perdido, sin rumbo, no sabía cuál sería mi siguiente camino. Había pasado un otoño en Nueva York. 

Caminaba una última vez por Central Park, disfrutando del verde y los colores otoñales que se formaba en el suelo al caer las hojas de los árboles.

Mi sombrero bien calado, un cigarrillo en la comisura de los labios, humo saliendo melancólico de la boca.
Frio, llovía, un paraguas viejo apenas tapaba mi cara. 

Caminaba con la cabeza baja... en mi cabeza resonaba esa canción que tanto me gustaba escuchar a su lado, que parecía escrita para nosotros hace tantas décadas.

Autumn in New York de Ella Fitzgerald y Louis Armstrong. 

Unos meses con ella y mi alma bohemia ya necesitaba volar. Siempre buscando algo que no llegaba nunca. 

Me paré bajo un puente, el cigarrillo apagándose por el agua en mi cara, o eran las lágrimas que derramaba la tristeza de mi mirada. 

Y si era ella... Y si Nueva York era el destino fijado llamándome. 

No hubo dudas, en ese momento se esfumaron como humo empujado por el viento frio que atravesaba mi cara. 

Siempre fue ella... Lo supe en ese mismo instante.



Fotografía de @lenadeia  Gracias por la inspiración.

domingo, 18 de octubre de 2015

PATIO DE MARUJAS: LAS CRITICAS

¿Cuántas veces hemos mandado a paseo a alguien por decirnos algo que hace que nos duela, más que el corazón... el ego?
Y seguro que pocos son los que se paran a reflexionar sobre ello y simplemente pasan de esa persona que no les regala los oídos.

Para mí es tan importante hablar como escuchar. Con el paso de los años y el haber cometido muchos errores, he aprendido, además de ser cauta, a callarme y escuchar. Escuchar lo que la gente tiene que decirme, los que me quieren e incluso los que no... porque de todo ello saco siempre algo.

La gente que te quiere suele aconsejarte, y sus críticas suelen ser constructivas, aunque reconozco que son las que más duelen porque no gusta fracasar o fallarle a un amigo. Pero en cambio la gente que no te quiere o simplemente le eres indiferente suele criticarte más por envidias que por otro motivo.
Y no es que yo sea nada excepcional ni del otro mundo, pero todos tenemos algo que a otros les gustaría tener y en vez de reconocerlo y alegrarse por ti, le dan la vuelta e intentan atacarte con ello en forma de crítica destructiva. 
Pero hasta de estas personas aprendo algo... Y es que hay que tenerlas bien lejos porque con sus actos se califican solos.






SI SE ENFRÍA QUE SE ENFRIE

Me despertó un ruido, el aroma a café. Toqué las sábanas, aún estaban calientes.

Otro ruido me hace saber dónde estás. Me levanto y camino a la cocina. Despertando paso a paso.
Al entrar la veo apenas cubierta con una camiseta de algodón blanco que le cubre el culo de milagro.

Me quedo observándola, disfrutando de cada movimiento que hace, es una maravilla verla.

Me acerco y la beso, huele a mí. Le aparto el pelo y le beso la nuca, suave y lento. Su culo se pega a mi, ronronea, lo mueve, me enciende.

Le doy un azote y gime, un gemido susurrado y provocador. 

- Buenos días... veo que ya estás despierto.

- Acabas de despertarme...

Le subo la camiseta, veo su tanga negro reposando sobre sus caderas, pidiendo que haga algo.

Mis dedos siguen su fina tela y lo aparto, juego con los dedos, los impregno y rozo la humedad que empieza a brotar.

Otro gemido, la beso con más exigencia, apago otro gemido con mi lengua, me aparta la mano, se suelta de mis labios...

- Se enfriará el desayuno...

- Que se enfríe, ya se lo que quiero.



viernes, 16 de octubre de 2015

QUE VIVA EL PIROPO!

No hay nada más español que los tacos... y los piropos.

A toda mujer alguna vez le han dicho un piropo, y no seamos machistas...a todo hombre también. Y seguro que todos habéis sonreído con cara pícara cuando algún/a zalamero/a os ha hecho semejante regalo. Porque para mi los piropos son eso...regalos, ya que si se dirigen a ti con algún comentario soez o de mal gusto, deja de ser piropo para convertirse en ordinariez. Pero hablemos de los piropos y de las situaciones, porque las hay graciosas, para recordar, y hasta para olvidar si te comprometen delante de alguien.

Está el típico piropo de "albañil" que te hace mirar de reojo y ponerte roja como un tomate, ya no por la gracia o no de las palabras, sino porque hay tres o cuatro apoyados clavándote su mirada.
  "Guapa!! Ole y ole.... Mirala!! Más apreta que los tornillos de un submarino!"

Luego están los de los típicos "aduladores", que quieren parecer trovadores y se quedan en moscones...
   "Si el amor fuera un crimen y amar contrabando, llamen a la policía que me estoy enamorando"

¿Y qué me decís de los piropos ingeniosos?
   "Crees en el amor a primera vista, o tengo que volver a pasar?"

Y cientos y cientos de piropos que se dicen a diario...

No soy de recordarlos, ni tampoco me han dicho excesivos piropos. De hecho sólo me acuerdo del último, que me lo dijo un chaval muuuuuchos años más joven que yo y que me hizo reír a carcajadas, pero ya no por el piropo, sino por el morro que tuvo de encararse a mi que estaba sentada en la barra de un bar y mirándome a los ojos decirme...
- ¿Estás cansada? Que te veo sentada en vez de bailando...
Y antes de que contestase divertida, me suelta
- Normal... Si es que desde que te he visto no dejas de dar vueltas en mi cabeza...
Me reí a carcajadas de ver la chulería y el convencimiento que tenía de que me llevaba al huerto... 

Por todo ello creo que tachar los piropos de sexistas o de acoso es excesivo, aunque depende del trato que te den. Todos los recibimos y los decimos como un halago y no con intención de ofender a nadie. Que algunos tengan poco tacto es otra cosa... 

Así, que viva el piropo y yo que los oiga!








ESA CANCIÓN

Esta canción

No era una noche cualquiera entre ellos. 
Había algo distinto. 

Mismas risas, mismas copas, mismo local, aquel reservado un poco apartado de las vistas. Un par de copas y un silencio entre risas.

Ese silencio eterno de mirarse a los ojos, sólo roto por las primeras estrofas de la canción, con la suave voz de Otis Redding sonando narcótica en el ambiente... "These arms of mine". La mirada cambia, la sonrisa se apaga y unos labios avanzan sin pensar, sin dudas, dejándose llevar por el ritmo cadencioso de la canción.

Y llegan, y se posan y es la gloria notar por fin aquellos labios que siempre había deseado probar...
Un primer beso suave, largo, de los que cuando te separas, necesitas inmediatamente volver a sentir.

El resto te lleva, más besos, la lengua juega con sus labios, los recorre, sin miedos, se enreda, bailan.

Las manos toman posiciones, sujeta su cara, que no se retire, ni un centímetro de duda.

Una mano en la pierna peligrosamente cerca del borde de su falda. Deseo, calor...

Hay canciones que son momentos... 
Hay momentos que son música. 

jueves, 15 de octubre de 2015

ETERNIDAD

Que la vida pasa rápido, de todos es sabido. Pero ¿alguna vez habéis sido capaces de contar lentamente sus segundos hasta hacerlos eternos?

Una vibración en tu interior...
Un, dos, tres
Y buscas a derecha e izquierda el origen de esa sensación.
Le ves y el corazón se acelera y las pulsaciones hacen que hasta la fina gasa que te cubre el pecho denote tu excitacion. 
Parece que a él le sucede lo mismo, mueve su cabeza como buscándote a un lado y a otro.
Y al mirar hacia la barra, vuestros ojos se encuentran en un sonoro beso visual que hace temblar vuestras ganas.
El disimulo lucha contra los nervios de querer salir corriendo y lanzarte en sus brazos.
Paciencia... te susurras a tí misma. Todo llega.
Y la noche se hace tan larga que te da tiempo de saborear las sensaciones que su presencia despiertan en ti. Llegando a vibrar sólo de pensar en todo lo que su cuerpo es capaz de hacer con el tuyo.

Llega el momento y tu cuerpo y sus miles de terminaciones nerviosas ansían estallar bajo él, sobre él, aquí, allá y en cada milímetro de su piel. Y el contacto es brutal. Cómo encajan los cuerpos, cómo vibran las miradas...

Si a este momento no se le cuentan los segundos hasta hacerlos eternos, ni sabes lo que es la pasión y mucho menos la eternidad.



miércoles, 14 de octubre de 2015

DISTANTE... PERO MIO

A veces me gusta sentarme en el borde de tu mirada
y observar el mundo como tú lo ves,
porque todo parece simple
 para una mente que no busca respuestas 
y en cambio parece que las tiene todas.


Y es alucinante perderme hacia adentro de esos ojos 
y descubrir lo que en tu cabeza se cuece... 


Pero cuando sientes que estoy ahí, parpadeas 
y de nuevo vuelvo a verte de frente,
 impasible, impenetrable,
 con esa coraza de mantequilla que llevas.
Ya que te crees fuerte, pero sólo necesito
un roce de piel para hacer que tiembles. 

Y así me gustas, distante pero mío. 







DESTINOS ELEGIDOS

¿Cuántas veces hemos salido de viaje y aunque lo estamos pasando de lujo, hemos deseado la tranquilidad y el sosiego de llegar a casa?
Pues cuando eso lo sientes con una persona creo que es el momento de reflexionar acerca de lo que estás haciendo con tu vida.
Porque las personas también somos destinos, y encima elegidos.

Hoy en día a nadie se le impone una compañía y mucho menos un compañero, y desear estar con alguien con quien te sientes "en casa" es para plantearse que ha llegado el momento, ya no tanto de pasar por el altar, sino de disfrutar de lo que significa compartir tu vida con alguien.

Y no todos tienen la suerte de ver correspondido este deseo, ni siquiera quienes la tenemos  podemos decir que convivir sea un camino de rosas, pero las satisfacciones son muchas más que los desencuentros y hoy por hoy, me sigo muriendo por llegar "a casa"



IMPOTENCIA

Muchos al leer el título de la entrada creerán que voy a hablar de la impotencia sexual... pero nada dista más de mi intención. Porque ojalá al igual que ésta, la impotencia del alma tuviese remedio que la paliase. 

Nunca me he sentido peor que cuando la impotencia se adueña de mi interior. Todo en lo que crees se desmorona, tus principios, tus creencias, hasta tus seguridades. Te vuelves débil y desorientada porque no encuentras consuelo ni salida.

Y el estado de impotencia normalmente va ligado al comportamiento humano, y suele darse por la pérdida de la confianza.
Yo suelo creer en la gente, suelo confiar en ella, pero no a la ligera... sino cuando hay un intercambio de emociones o de sentimientos, y cuando alguien me pide que confíe en esa persona lo hago con los ojos cerrados. Y puede que ahí esté mi error, ya que el tiempo me ha demostrado que jamás hay que cerrar los ojos y menos cuando no controles quien te lleva de la mano.

Llevo días meditando, pensando mucho sobre cosas que me han sucedido, sobre la impotencia que siento. Y llego a la conclusión de que hoy en día las palabras son tan baratas que cualquiera puede regalártelas, haciendo que metas al caballo de troya de la impotencia en tu propia casa.


martes, 13 de octubre de 2015

CORAZÓN

Nunca dos personas aman de la misma manera, con la misma intensidad, con la misma entrega.

Por más heridas que tenga, siempre dejamos una puerta abierta, una rendija por donde pueden llegarnos, no hay muros tan altos como para que otro corazón equilibrista acabe profanando su santuario.

Y lo hacemos, caemos rendidos, desprotegidos, indefensos, esperando que sea esa persona, ese corazón el que nos de vida y no nos la quite.


El amor es un mar embravecido en el que nos encontramos flotando y las olas nos golpean una y otra vez esperando que nos rescaten.

Privar al corazón de latir es un error, una pérdida infinita, un dejar de vivir.

Como decía Benedetti...
"De que sirve un corazón que se aburre de querer".

Es su destino, latir, emocionarse, creer... 





lunes, 12 de octubre de 2015

INCOMPLETA DE POR VIDA

Nunca has amado si no has rozado el cielo con las manos, si no has sentido el fuego del Infierno entre tus piernas y la miel de la adrenalina en tus labios. Porque con él todo es así, apasionante, dulce e intenso.

Sus besos robados saben a gloria. A esa gloria que te hace perder el sentido bajo una dulce tortura de sus labios, carnosos y siempre ávidos, que una y otra vez acompañan, como si de una música de fondo se tratara, el atrevido movimiento de sus manos que aceleradas se abren paso por debajo de la falda. Cuando te atreves a gemir porque no sabes si dejarte llevar o pararle, ya que ni el sitio ni el momento son adecuados, aprovecha para introducir su lengua en tu boca para hacerte saber que estás perdida. O quizás salvada, depende de como lo mires... Porque jamás me he sentido tan en casa como entre sus brazos.

Y me encanta que me seduzca, que me haga sentir deseada, ver el deseo brotar de sus ojos. Nunca vi tanta pasión en un hombre, o puede que jamás yo la haya correspondido de igual modo, con tanto amor, deseo, complicidad y cariño.

El caso es que cuando encuentras un hombre con el que sientes así, ya no te conformas con menos. Y a veces, a pesar de que sólo sea un instante, merece la pena vivirlo aunque quedes incompleta de por vida.


domingo, 11 de octubre de 2015

SABOR

Sus labios... como olvidar sus labios.

El rastro de deseo que dejaban en mí al primer roce, el infierno que desataban en mi cuerpo cuando su lengua y la mía bailaban en la boca. Su suavidad, su firmeza, sin dudas, sin miedos, besos exigentes que despertaban cada rincón de nuestros cuerpos.

Aquella noche no fue distinta, un par de cervezas, unas caricias, dos besos y el apocalipsis se desataba entre nosotros.

Dos miradas cruzadas y la cuenta.

Caminamos rápido, sin detenernos, había ganas, muchas ganas. Abrir la puerta fue como desencadenar la batalla, una lucha por desnudar al otro en primer lugar, una pelea de manos chocando, cuerpos bailando por el pasillo, sin música, dejando la ropa abandonada como rastro.

No caímos, nos precipitamos sobre la cama con hambre.

Sus bragas bajaron a toda prisa por sus muslos y en ese momento lo supe... o parábamos o sería el polvo más rápido de la historia.

Me retiré de su cuerpo... dios, como quemaba a la vista.

Me miraba expectante, encendida y yo... yo no podía parar de imaginar todo lo que podía hacerle.

Acabé de desnudarme y me subí a la cama agarrando sus piernas, separándolas, con la mirada felina y el destino claro. Ladies first... 

Besé cada centímetro de sus muslos, dejando que mi barba raspase suavemente, sus suspiros se escuchaban casi imperceptibles... 

El olor, ese olor a excitación me turbaba, me incitaba y quería probarlo... su sabor.

Una lenta lamida, desde abajo hasta llegar a su clítoris. Su cuerpo se tensó y se le escapó el primer gemido. Más lengua, más, capturé el clítoris con los labios, succiones rápidas, sin freno, un dedo invadiéndola, dos. 

Sus caderas bailaban en mi boca. Sus labios entreabiertos dejaban escapar gemidos cada vez más fuertes, más intensos, su cuerpo vibraba y su mano sujetaba firme mi cabeza contra ella.

Dos fuertes lamidas más y su cuerpo se convulsionó, su grito de placer retumbó en la habitación. 

Y su sabor... ese sabor, tardó horas en quitárseme de la boca. 

 

jueves, 8 de octubre de 2015

REGALO

Nunca olvidaré su cara al ver aquel regalo, era pura emoción, le encantaba.
Su primer conjunto de lencería regalado por un novio.

Para mí, también fue mi primera vez. Algo distinto, sexy, sin pasarse, con clase.
Un conjunto de Selmark, burdeos, fino, con las copas con encaje del mismo tono. Fue como si me llamase, decía "este le gustará".

Una bonita caja y un lazo después, me fui directo a verla.

Estaba emocionado, quería ver su cara al verlo pero sobre todo, quería verla con el puesto. 

Conocía su cuerpo a la perfección y sabría que le quedaría como un guante. Una chica con curvas, de pecho justo. 

Y llegué, un beso apasionado y un felicidades... 

Le di el paquete, no tardó nada en deshacer el lazo, abrir la caja y sin sacarlo de ella ya sus ojos brillaban, me miro con una sonrisa de oreja a oreja y salió disparada al baño con la caja entre las manos.

No me dio tiempo a reaccionar... esperaba que se lo probase allí mismo. 
(Era demasiado joven para entenderlo)

Mereció la pena. Cuando apareció con el conjunto, era un espectáculo para los sentidos. 

El tanga acomodado a sus caderas, con poca tela pero cubriendo lo necesario, sus pechos marcados y provocadores por el relleno de las copas... 

Se acercó despacio, provocándome con cada movimiento y cuando mis manos sujetaron su cintura, dio un gracias casi susurrado y un beso que no dejó dudas.

No necesitó preguntar cómo le quedaba, mi cara lo decía todo y mi cuerpo no tardó en corroborarlo...


Le duró puesto minutos... pero esa, es otra historia.


 
  

miércoles, 7 de octubre de 2015

EL MAGO, LA CHISTERA Y EL CONEJO

La noche cerrada amenaza con quedarse en la casa, en el dormitorio.

De repente, sientes un brusco golpe en tu pecho que te hace incluso moverte en tu lado de la cama. Estás soñando... pero crees que caes y es tan real que abres los ojos despavorida. Una mano te acaricia el pelo y te dice que ha sido solo un sueño, que ya ha pasado y que no tengas miedo porque él está contigo para protegerte. Y suena tan consolador que tus piernas se abrazan a las suyas sintiendo ese calor típico e inusual de su cuerpo, ya que siempre tiene la temperatura corporal más elevada de lo normal. Pero aún estás temblando, así que su cuerpo busca el tuyo. Muerde tu oreja, te susurra al oído promesas que crujen en tu interior como ardiente fuego y sin preliminares te olvidas del miedo pasado. No hace falta dejarte llevar porque teneis la magia de la sincronización, dos cuerpos con una única mente, una única alma y el mismo deseo. Es tu mitad... o lo era. Porque toda magia contiene trucos y algunos de muy mal gusto... y mientras crees en ella, perfecto! Pero cuando se baja el telón sin previo aviso y descubres que el mago no es tal, ni siquiera tiene chistera ni conejo que hacer desparecer, pues como que ya no es magia lo que hace, sino más bien puro cuento.





martes, 6 de octubre de 2015

COMPLICIDAD

No me refiero a la existe dentro de una pareja, me refiero a la complicidad entre amigos.

Esa en la que no ocultas, eres tú, tu forma de ser, sin azucares añadidos. A quién muestras como eres, esa persona te acepta y se muestra como es, donde la sinceridad es vital en todo lo que la rodea.

Esa complicidad que revela secretos, pide consejos, acepta el cariño sin esperar nada a cambio.
 
Todos tenemos a esa persona que nos regala esa complicidad, alguien insustituible y al que no se le permite fallar.

Y no lo hacemos, o nos traicionamos un poco a nosotros mismos.

Si la perdemos, es irrecuperable, no tiene vuelta atrás.

Complicidad... qué bonito nombre tienes.

 

lunes, 5 de octubre de 2015

PASEANDO POR LAS NUBES... CON ALICE

Haber llegado a los cuarenta con un corazón medio decente creo que tiene su mérito. 

Siempre he sido una persona de pocas manías, de hablar sin miedo, de levantarme cuando pocos lo hacen y de tener miedo a pocas cosas. Nunca me ha hecho falta ni demostrar, ni demostrarme nada y quien me conoce lo sabe.

Pero siempre me ha dado mucho respeto el "mundo", ese que admiraba desde el sofá con una risilla cómplice mientras él me guiñaba un ojo y me provocaba para que fuese a dar una vuelta de su mano. Una vuelta me dijo... ¡y di varias y de campana!

Probar cosas que te dan vidilla, que te hacen creerte invencible, que te ponen cara de tonta con esa sonrisa de mala malisima sólo superable por la risa de un orgasmo, eso que yo llamo peligro y otros llaman locuras. Y le llamo peligro porque lo es. Pero cuando andas caminando sobre las nubes no te das cuenta de ello, el morbo te lleva en volandas, lo prohibido es lo que tiene, lo complicado nos atrae y la mente se vuelve irracional. Llegas a enamorarte... pero creo que no de las personas, sino del peligro, del morbo, de la acción como yo le llamo.

Hay días en que necesitas de esa acción, de ese peligro. Podría hacer una llamada e irme a dar la vuelta al mundo en tan sólo una hora, con un coche de gasoil y muchas ganas, riendo como una loca, porque a mí el peligro me ha llegado a dar hasta risa, ya ves... loca de remate. Pero ahora el peligro me da miedo y no sé si su morbo merece la pena. Tengo claro que para mi era una droga y nunca me he metido nada, pero este mono también cuesta de superar y hay infinidad de tentaciones para volver a caer, pero me mantengo firme, prefiero ahora la acción de una buena peli desde el sofá de casa, con mi Rivera cantando en mi tablet, mis hijos riendo de fondo, y unas manos acariciando mi pelo.

Se que no es lo mismo... ni nunca lo será, pero dejé los paseos por la nubes el día que descubrí que debajo también hay cielo.




ESENCIAS...

Nuestra esencia es el conjunto de lo que somos, como sentimos, miramos, tocamos, escuchamos e incluso como respiramos.

Dicen que no existen dos Iris iguales en todo el planeta... la esencia es algo parecido, tiene su huella, nos diferencia con respecto a otros, nos hace únicos y personales.

Es nuestra personalidad, como reaccionamos, como queremos y nos acercamos.

La esencia cambia, se transforma, crece con nosotros y se define con la edad adulta.

En definitiva... somos y nos enamoramos de esencias.





domingo, 4 de octubre de 2015

SER MUJER Y NO MORIR EN EL INTENTO


No es que sea feminista y tampoco defiendo a los hombres... pero esta sociedad está dirigida mayoritariamente por ellos y queramos o no, ser mujer se ha convertido muchas veces en un handicap, llegando incluso a ser una completa odisea ponerse una minifalda.

No es por hablar de mi vida, que no es mala, pero tampoco la que había soñado. Como leía hace unas semanas en una página de Facebook,  #mujeresquecorrenconlobos, nos han inflado tanto el ego de nuestra "miniyo" con que teniamos que encontrar al Ken perfecto, con caravana incluida..., teniamos que ser y estar monisinas como la rubisima Barbie, que todo nos quedase divino de la muerte, incluso recién paridas nos metiesemos una talla menos que antes de quedar en estado de buena esperanza... vamos, una vida de glamour al estilo "Vacaciones en el mar", que cuando llegas a casa con la cabeza hinchada por mil y un problemas del curro, los niños peleándose y con los deberes para hacer, duchas, cenas, lavadoras, plancha, comida del día siguiente, y sola a más inri... por decisión propia, pues como que la Barbie se ha esfumado y eres más una cutre Cenicienta.

Pero esta Cenicienta no espera a un príncipe Azul con un brioso caballo. Simplemente necesita que la rescaten, pero de verdad... y se queden con ella. Que le hagan la vida más fácil. Que intenten comprender su situación y no salgan corriendo al primer partido de fútbol en el comedor. Que cuando caiga rendida, la acunen y sienta que mañana va a ser un gran día.

Esta Cenicienta quiere algo que no es imposible ni incompatible con ella. Por eso lucha cada día, incluso cada noche...porque aunque no le gustan los sueños, reconoce que como dice Calderón "La vida es sueño, y los sueños sueños son"




DESEO

En casa al fin... desearte con solo oler el perfume que la invade.
Tu perfume.

Entrar con cuidado, sé que a esta hora duermes. Caminar despacio, sigiloso...

Entrar en la habitación y encontrarte tendida sobre la cama, desnuda, el calor agobiante lo pide.

Me recreo mirando tu cuerpo, cada curva, cada pliegue... rodeo la cama mirándote, excitándome, necesito tocarte. Me desnudo despacio, duermes tan plácidamente que no quiero despertarte, quiero observarte un instante eterno.

Mis manos no aguantan, desean tu suave tacto, rozarlo con la yema de los dedos. Recorro tu espalda, tan suave que casi ni te toco es casi electricidad estática lo que siento. DESEO

Travieso, paso un dedo entre tu culo. Más, más más abajo, lo deslizo entre tus piernas, por los labios de tu sexo, deliciosamente depilado.

Al notarlo y sin despertar, te mueves abriendo las piernas, facilitando mis movimientos. Mi dedo ya son dos, juegan buscando tu clítoris y al notar como lo toco, un suspiro separa tus labios.

Te miro, me miras. Sonríes al verme desnudo y me susurras un hola zalamero. Me acerco y te beso despacio, suave, humedeciendo tus labios con mi lengua sin dejar de tocarte.

Te giras facilitando mis besos, tumbada boca arriba. Mis dedos vuelven a tu clítoris. Un gemido abre tus labios y mi lengua te invade.

Estás tan húmeda que mis dedos te penetran sin dificultad. Primero uno, luego el otro. Los curvo dentro de ti, los muevo despacio sin soltarme de tu boca. Tu mano me recorre. Duro, muy duro y esa gota de líquido pre seminal lurica tu mano. Me masturbas y yo a ti. Rápido, más rápido. Quiero que te corras. Quiero sentirlo de tus labios.

Mis dedos arrancan gemidos cada vez más rápidos, mi palma de la mano choca contra tu clítoris cada vez que mis dedos desaparecen en tu interior.

Tus ojos se clavan en los míos, tu cuerpo se mueve buscando más, más velocidad, más profundidad y en un último gemido profundo, todo tu cuerpo tiembla y te deshaces en un profundo beso...


MAGICAMENTE UNIDO

¿Alguna vez habéis cerrado para siempre la dichosa puerta, con llave, cerrojo de tres vueltas, cadena de las de antes y así y todo, aún se ha quedado entreabierta? 

Dónde está nuestra dignidad...
Dónde tantas promesas de no volver a mirarle a la cara...
Por qué nos intentamos convencer de lo que sabemos de sobra que es imposible...

Yo no sé por qué lo hago, si porque así quiero creerlo, si es que es la única opción que me queda o porque soy cobarde para reconocer que me muero por él. 
Y es que con él, el tiempo no existe e inexplicablemente casi dos años no han valido para nada. El olvido es imposible cuando dos almas se pertenecen, ya que ni los cuerpos ni las voluntades tienen ya nada que hacer.

Todo está tan mágicamente unido, que si tiene que ser nadie podrá evitarlo.



LLAMANDO AL DIABLO


Lo que es una simple conjunción de pensamientos y actos, puede convertirse en una invocación al diablo en toda regla.


Un simple acto, un recuerdo que te lleva a hacer algo sin importancia y ahí está, el diablo sonriendo.


Él lo sabe todo de nosotros, nuestros puntos débiles, nuestros deseos y le gusta jugar…


Con esa sonrisa del que sabe hacer su trabajo, mueve los hilos, crea momentos y hace que el círculo se cierre, atrapándonos sin posibilidad de escape.


Y sucumbimos, vaya si lo hacemos, caemos como entrando en un trance que nos hace marionetas en sus manos y que cuando salimos del trance, no entendemos que nos ha llevado a hacerlo.


Yo no creo en Dios y por supuesto, tampoco en el Diablo…


Yo lo llamo una putada cósmica del destino.



sábado, 3 de octubre de 2015

TENSIÓN SEXUAL NO RESUELTA

¿Alguna vez habéis sobrevivido a una tormenta?

Hacía calor aquel día, y aunque la noche se había tragado literalmente al sol y a sus rayos, el brillo en su piel denotaba que estaba acalorada. Lo que no imaginaba era cómo iba a acabar sudando aquella noche.

No hizo falta mucho para que la fiesta empezase. Un par de copas y se largaron del local.

Como ya era costumbre le pidió permiso para quedarse en su casa, pero ella que no estaba de humor le dijo que mejor se fuese. Sus ojos recorrieron su cuerpo parándose en sus hombros y como si de un truco de magia se tratase empezó a bajarle los tirantes sin casi tocarla. Ella le insistió en que no era buena idea, pero sus manos decían lo contrario introduciéndose en sus pantalones y tirando hacia ella, con lo cual, entre eso y sus gemidos mientras él le metía su lengua en la oreja, ya no hubo más que decir.

Subieron al piso y entonces él ya llevaba el control. Sus hábiles manos no dejaban ningún poro de su piel sin impregnar con sus ganas, y ella se dejaba acariciar como la primera vez en aquel sofá, subida en sus brazos pero de espaldas a él, le acariciaba el pelo dejando su cuerpo a merced de aquel huracán que pronto arrasaría con la paz de aquel salón.

Los gemidos en su nuca le sobresaltaban y le llenaban más aún... Nunca había sentido tanto placer en unas caricias, jamás nadie había conectado con ella de aquel modo y eso la desconcertaba mientras sus dedos jugaban y se enredaban con su negro pelo.

Sintió calor...le abrasaba el deseo. Tenía ganas de él y le puso de pie. Sus manos ávidas y aceleradas por tenerle a su antojo desabrochaban su camisa, tiraban de su cinturón y cuando consiguieron su propósito, le susurró al oído "Quiero que saques tu lengua". El la miró sin entender, y la sacó tímidamente. Ella quiso introducirla en su boca, pero él se apresuró a besarla.

Lo llevó a su cama...

"Nonono!! saca la lengua y estate quieto" le dijo, y le sujetó, la cara con ambas manos.

"No puedo..." pero obedeció y cerró los ojos.

Entonces el mundo se paró para ellos. Comenzó a lamer su lengua y a introducirsela en la boca besandola como nadie jamás lo había hecho, mientras sus manos acariciaban sus brazos y su torso, llenándole de sensaciones jamás sentidas. Bajó la mirada hacia aquel hombre desnudo que bajo ella yacía más muerto que vivo y lo recorrió con la misma lengua que hacía un momento estaba siendo cándida con él, comparada con lo que pasó a hacerle.

Un trueno invadió el dormitorio, con el consiguiente relámpago y destellos. La tormenta había estallado y ellos se perdían en ella. Soñaron despiertos con sus manos entrelazadas para no separarse. Sus cuerpos lucharon contra la tormenta, hasta aparecer mojados y exhaustos, pero vivos...

La tormenta había terminado, y la tensión sexual...resuelta.


ESAS SOMBRAS

Maquiavélicas personas que esconden su forma y su presencia.


Artistas del engaño, de la burla, de la maldad que alberga su corazón.


Movidas por sus intereses, por su ansia de tener o poseer, incluso de destruir todo lo que poseen otros, si no pueden conseguirlo para ellos mismos.


Para mí, son la maldad absoluta. Gente sin escrúpulos que pisotean, dañan y acaban destruyendo todo lo que molesta, impide o no pueden tener.


Gente vacía y envidiosa que creen tener vida y lo que tienen es maldad que corre por sus venas.


¿Vida? Eso no es vida, es malgastar latidos de un corazón que no nació para eso, que las sombras de la vida se han apoderado de su alma y ya no late, se ha secado.



La envidia no solo es un pecado capital, es una muerte lenta y agónica del alma.



TIC TAC...

El tiempo marca el compás...

Tic Tac... Tic Tac...

Y de repente un golpe en seco para el reloj... TOC!

Las manecillas se quedan paradas, pero en su empeño por seguir golpeando no dejan de bailar con un incesante vaivén.

Se mueven... avanza algo, pero retroceden.

Y se desesperan porque alguien venga a darles ese empujón que les haga volar de nuevo en el infinito cielo del tiempo.

Pasan cientos de personas que miran el reloj y el vaivén de sus manecillas... comprueban con su reloj de muñeca que el de pared no funciona, y siguen su camino apresurados.

Todos las ignoran y cuanto más se desesperan, más ignoradas son.

Ellas no son conscientes de que el tiempo pasa fuera del reloj, han quedado ancladas en su caja que se está convirtiendo en una fúnebre con tantas horas que aún les quedan por dar...

Poco a poco se van olvidando del tiempo, incluso de sus bailes con su querido amigo el péndulo. Cansadas de ese vaivén que las ilusiona pero no las lleva a ninguna parte, se van negando a si mismas hasta olvidar su camino, su función. 

Pero justo es entonces, cuando un ligero click... abre la caja y unas manos suaves acarician su largo y fino cuerpo para devolverlas a la vida.

Ese sonido... Tic Tac Tic Tac y sonríen como no recordaban haber sonreído jamás...

Vuelve la vida al reloj y a sus manecillas, que danzan alegres aprovechando cada movimiento para darle sentido al tiempo.

Así sucede con las personas que pierden la ilusión por alguna decepción, el desespero y la negación sólo nos moveran para volver a nuestro origen del dolor, sin siquiera dar valor a lo bueno que tenemos e ignorando incluso a nuestros amigos. Cuando nos olvidemos de penar y decidamos avanzar, el camino volverá a brillar.







viernes, 2 de octubre de 2015

CRUCES DE CAMINOS

Elecciones que te presenta la vida, decidir qué camino elegir.


¿Es lo correcto?

¿Debería?

¿Qué pasará si?


Dudas, malditas y terribles dudas, encrucijadas mentales que no nos permiten disfrutar la vida como quisiéramos, como nos pide el cuerpo. La razón o la lógica nos detienen a mirar en todas las direcciones.


A veces, es mejor dejarse llevar,  cualquier camino que tomas te hace crecer, incluso con las decepciones. Creces más como persona por los errores que cometes que por los aciertos que hacen la vida fácil.

Y aunque deberíamos dejar que los impulsos nos guíen, siempre volvemos a la siguiente parada, a la siguiente elección, a las dudas.



Siempre hay otro cruce de caminos…