domingo, 3 de septiembre de 2017

EL ÚLTIMO BAILE.

Suenan las últimas notas.

Lo necesitaba... escribir, ahuyentar los demonios, darles esquinazo mientras las letras salían.

Lo necesitaba, ocupar la mente en algo. Y sigo necesitándolo.

Ser egoísta, por una vez y no... no puedo.

Imaginar lo era todo, un mundo paralelo, perfecto, ideal y si, egoísta.

Hoy vuelvo a bailar con mis fantasmas, nunca se fueron, solo me esperaban en la siguiente esquina.

Las últimas notas de un réquiem.

Gracias a todos los que habeís compartido estos años de historias...

Pedir perdón a los que he fallado. Nunca fue mi intención.


Siempre lo dije... vine solo y solo me iré.

Buena vida y suerte.

P.D. Gracias Alice.


lunes, 21 de agosto de 2017

EL JUICIO FINAL

¿Cuando algo funciona, por qué dejarlo? ¿Por qué renunciar a lo que realmente nos llena?...

Somos seres demasiado perfectos. Sí... porque en nuestra imperfección buscamos siempre serlo, aunque ello no nos hace conseguirlo, pero sí sufrir sus consecuencias.

Podemos morirnos de ganas pero quedarnos con ellas. Querer a rabiar pero mordernos la lengua y morir de la misma rabia. Soñar con posibles y solo dejarlos en sueños imposibles. Creemos que cortar lazos deshace nudos. Y que para olvidar se corta de raíz, sin tener en cuenta lo que queda del árbol. En conclusión, que somos unos perfectos y a la vez imperfectos idiotas.

No somos dueños de nada, y a veces ni siquiera de nuestras propias decisiones. Nos movemos por creencias, por apariencias y muchas veces por el simple movimiento de los demás... sin pensar que lo que nos llena no siempre viene con un razonamiento debajo del brazo, ni mucho menos con el beneplácito de la sociedad. Y aún así decidimos dejar de ser quien somos por el simple hecho de ser justos, cuando la justicia nunca dijo que renunciar a uno mismo fuese su sentencia y su condena. Creemos que podemos renunciar a lo que nos llena y simplemente rellenar el vacío con cualquier humo de atractiva apariencia. O simplemente darle al Off de los sentimientos pensando que por dejar de escucharlos, dejan de estar.

Señores si esto no es el fin del mundo, poco falta... Porque sentarnos a esperar el aplauso del público, cuando no paramos de errar, debe ser lo más parecido a sentarse a esperar la sentencia del Juicio Final.




miércoles, 3 de mayo de 2017

CUATRO ESTACIONES Y UN ENCUENTRO.

La primavera era enredar mis manos en su oscura melena mientras clavaba sus ojos en mi mirada.

Acercaba su cara con las manos y sus labios esperaban los míos con es manera tan suya de humedecerlos antes de sentir el roce de los míos.

Y llegaba el verano, un verano tórrido entre sus labios.
Besos largos y húmedos, entrelazando las lenguas en un tango desnudos entre sábanas.

Pero nunca se quedaba y llegaba un melancólico otoño a mi mirada, mientras su figura se perdía entre la gente que paseaba por aquel parque.

Invierno, frio, solitario, abrazándose y dejándote helado en ausencia.

Nunca duraba demasiado, siempre volvía la primavera.

Era su promesa...

sábado, 25 de marzo de 2017

DE PROFESION: PERDIDA EN TUS OJOS

A mí no me importa ningún misterio que no sea el que encierran sus ojos.

Porque, qué más da lo que ocurra fuera, si yo ando perdida en ellos...
Qué más da en qué guerra nos encontremos, si no hay más batalla que librar, que desear no salir jamás de ese encierro...

Y para muchos esa mirada, puede ser una condena, un muerte incluso lenta. Pero para mí, es una gran suerte. Suerte de sentirme tan viva reflejada en ella. En su pasión y lujuria, pero también en su deseo y ternura, o su admiración y comprensión.

Y si enredarme en sus ojos me hace perder el norte, la brújula y la cabeza hasta enloquecer... estoy deseando cruzarme con ellos, porque sé que será un verdadero, auténtico e inolvidable placer.





SENTIMIENTOS ENREDADOS

Suelo ser de palabras claras, pero de sentimientos enredados...

Cuando a un corazón se le acaban los latidos, muere. Pero cuando se le acaban las palabras, entra en letargo. Y quizá dé más miedo lo segundo porque muerto, ni sientes ni padeces. Pero en silencio... en silencio mueres lentamente.

Yo no creo en el destino, ni en el karma, ni tampoco en la suerte en si. Pero sí creo que la gente de buen corazón no merece que le devuelvan penas ni miserias. Merece una vida acorde a la que ofrece, y algo tan aparentemente sencillo, cuesta.

Digamos que poner todo de nuestra parte por ser felices ya es tener media felicidad conseguida. y tropezar con la otra mitad es cuestión de saber esperar, de tener paciencia y confiar que no todo está hecho, ni escrito ni mucho menos perdido.


jueves, 19 de enero de 2017

CARNAVALES EN VENECIA - Por Alice

Desde el mismo momento en que dos almas se sonríen al mirarse, se pertenecen...
Y es lo que a ellos les pasó cuando se cruzaron en aquel baile de máscaras. No hizo falta mediar palabra. No hizo falta ningún gesto que los delatara. No hizo falta ninguna promesa que les atara. Estaban destinados a encontrarse y solo había que esperar que sucediese.

La habitación olía a una mezcla dulzona. Y ella no sabía si había sido casual o también el destino había elegido aquel aroma. Pero parecía que aspirar aquel olor la embriagaba.
Aunque igual no era el olor y era el entorno. Aquel hombre misterioso delante de ella. Su máscara, su porte, sus manos, su piel y la sola idea de pertenecerle la estaban volviendo loca. 
Deseaba tanto a aquel desconocido, que no sabía si la simple idea de que precisamente fuese un extraño la excitaba aún más. Por eso cuando le quitó la máscara, le descubrió los hombros y dejó que su vestido cayese a sus pies y sin ningún reparo se deshizo de su corpiño, no le importó en absoluto mostrarse desnuda, simplemente con sus medias de encaje a medio muslo, y sintiendo como sus pechos se mostraban deseosos ante él.
No hubo preliminares. Una mano agarraba fuerte su pecho derecho, mientras la otra buscaba hallar el lugar de donde emanaba tanto calor. Y un gemido le hizo entender que lo había encontrado.
Fue rítmico, pero pausado. Sin agresividad, pero sin muestras de cariño. No hubo besos de amor, pero muchos de pasión. Eran dos extraños dándolo todo. Y fue perfecto porque el anonimato les protegía del compromiso, del miedo a enamorarse, de la incógnita de si volvería a repetirse. 

Qué poderosa es la imaginación cuando la dejamos a su antojo. Cuando no nos empeñamos en obtener respuestas, simplemente la dejamos actuar guiada por sus impulsos. Y quizá es lo que a la realidad le falta, y a la vida le sobra... Imaginación
No saber, desconocer, no tener tantos datos, encubrir la realidad con ilusión, maquillar la vida con los colores de los sueños, soñar que el baile de máscaras ha comenzado cada día de nuevo.


CARNAVALES EN VENECIA - Por JsMastropi

Una góndola atraca en un pequeño muelle al lado del puente que da a un gran palacio.

Un hombre se baja de la góndola y se dirige al palacio cruzando el puente. Entra y se desprende de su abrigo.

Mira la sala abarrotada de gente conversando. Busca su máscara entre los asistentes. La encuentra al final del enorme salón y camina hacia ella sin detenerse, con paso firme, sin detenerse a saludar a quienes salen a su paso.

Se acerca a ella, hace una ceremoniosa reverencia y le ofrece su brazo cuando suena la música.

Todos observan a la pareja de enmascarados bailar. Se unen poco a poco hasta llenar la sala mientras que el caballero acerca su cara a la de ella y le susurra unas palabras al oído, vuelve a ofrecerle el brazo y desaparecen por una de las puertas del fondo.

Caminan por un largo pasillo solitario, en silencio. Abre una puerta y la invita a entrar. Cierra la puerta y su máscara desaparece, levanta la de ella y sus labios se encuentran.

Un beso largo, húmedo, caliente. Sus manos empiezan a abrirse paso entre la ropa. Desprende su vestido que se precipita a sus pies, desata los nudos que sujetan su corpiño y sus manos ya avanzan hacia sus pechos.

La gira, la contempla apenas vestida con unas medias a medio muslo. Se desnuda ante sus ojos, la lleva a un diván que decora la habitación y la tiende sobre el.

- Llevo tiempo esperando este momento.
- Eras inevitable.

Sus besos vuelven a apoderarse de su boca, sus piernas se enredan sobre su cintura y de una fuerte embestida, la posee con toda su ansia... 


sábado, 14 de enero de 2017

CORAZAS



Y finges...

Y no te cansas de fingir, porque crees que tu coraza te protege y no te aísla. Crees que ser un hombre de hielo solo te mantiene frío por fuera, sin darte cuenta que hace mucho que te congelaste también por dentro. Crees que los impulsos son los que dirigen tu vida, cuando lo único que hacen es cambiar constantemente el rumbo de la misma. 

Y te pierdes...
Te pierdes tantas palabras que cambias por silencios. Te empeñas en taparle la boca a tantos y tantos sentimientos que tu corazón se ha cansado de sentir y ya simplemente se dedica a latir para mantener tu cuerpo caliente.

Y te da igual...
Te da igual porque sin rumbo da igual hacia donde te lleve el destino. Hoy amaneces varado en un cuerpo distinto al de ayer y simplemente sonríes por haber amanecido. Valoras el día que llega pero jamás das importancia al que pasa.

Y eres feliz...






PERFECTAMENTE IMPERFECTA

Tan perfecta que no te escondes...

Que no temes que tus taras queden al descubierto. Que no temes que tus latidos te delaten. Que no te asusta quitarte la ropa y que todos vean que debajo hay piel.

Y te da igual... No te importa mostrarte tal y como eres mientras el reflejo de lo que muestras sea fiel a esa imperfección que te hace perfecta. 

Y te da igual... Que te critiquen y te hagan burla, porque mientras tú sepas quien eres, los demás que opinen, que pierdan el tiempo mientras tú sigues aprovechando sus minutos y segundos.

Y te da igual... Que te rocen mil tormentos mientras ninguno sea lo suficientemente fuerte para arrancar tus pies del suelo. De ese suelo que te permite volar sin despegar los pies de la tierra.

Eres perfecta. Porque imperfecto sería darle bombo y platillo a algo tan común como ser uno más en este mundo de imperfecciones.




lunes, 9 de enero de 2017

DENTELLADAS EN EL ALMA

Es incomprensible cómo la nostalgia se apodera de uno, cuando sin saber qué se echa de menos, se siente su dentellada en el alma.

Hay días en que apuesto por sonreír sin límites, pero otros como hoy, me dan arcadas solo de pensar en sonreír a cualquiera. Porque aunque parezca gratis o pueda resultar barato, nada cuesta más caro que una decepción cuando lo que esperas es que te devuelvan una sonrisa. Pero como todo en esta vida, nada depende de uno más que lo que se siente de piel para adentro... y en esto de sentir, como digo yo, me llevo la palma.

Y una vez más compruebo que doy en exceso, y que hay que medir más lo que se siente. Aunque para arrepentirse siempre hay tiempo.